Oh! Tierra del Sol

"Nda xika nakai

Noo ño'o noo ni kakui,

Ndikano kundavi ini

xi'in mia ntoni".

"Qué lejos estoy

del suelo donde he nacido

inmensa nostalgia

invade mi pensamiento".

Huajuapan de León representa mucho para mi, pertenece a la región mixteca así como mi natal pueblo: Santiago Juxtlahuaca. Cuando era niño solíamos ir mucho a la feria de julio con mis papás y hospedarnos en el Hotel García Peral; ya de grande, estudié un solo semestre en la Universidad Tecnológica de la Mixteca, y poco después impartí clases de cocina nutricional en el Instituto de Gastronomía y Turismo de la Mixteca.

Por lo tanto, el Jarabe Mixteco tenía que estar en la colección de fotos de Alma de Oaxaca.

El Jarabe Mixteco es una de las danzas más representativas de la Guelaguetza además que es un baile esencial en el folklor mexicano. El jarabe mixteco es de creación relativamente reciente y tanto su música, pasos e indumentarias fueron un compilatorio de todas las expresiones culturales de las tres mixtecas (oaxaqueña, guerrerense y poblana).

Jarabe Mixteco en el Lunes del Cerro, 1950

Esta danza que se baila en pareja y relata el cortejo de un par de enamorados que se coquetean entre saltos, piruetas y movimientos rítmicos vertiginosos y que termina ella entregada en los brazos del caballero y un robado beso que abruma el cansancio de cuatro minutos en el escenario.

Para esta sesión hubo muchos retos, el primero de ellos: la pareja. Esta es mi primera foto donde incluyo una o más personas extras, en este caso un hombre. La selección fue muy difícil ya que buscaba a alguien que supiera bailar folklore y que fuera deshinibido. Una de mis amigas me recomendó a un chico con experiencia en teatro y que sabe de danza y expresión corporal, su nombre es Dedier, que cuando le conté mi locura, me dijo que sí, sin ni siquiera conocerme.

El segundo reto fue el baile. Mi experiencia dancística se resume a unas cuantas apariciones en el día de las madres en la primaria, hasta ahí; a pesar que estoy muy metido en el ambiente guelaguetzero, me considero un "robotín". Para ello, contacté con Diana Yare, una amiga mía huajuapeña y dos veces pareja ejecutante en Guelaguetza. Ella tiene una paciencia monumental para enseñar al más reacio y una delicadeza para bailar que te da mucha confianza. Ensayamos días previos en la Casa de la Cultura el chandé, el oaxacado y el jarabe final, como iba a ser una serie fotográfica no era necesaria la coreografía completa, pero si que se viera lo más real posible (no obstante queda pendiente aprender a bailarlo completo, es un reto).

El día llegó, la encargada del maquillaje fue mi amiga Andrea con el cual lo hizo de manera muy natural, enfocando en disminuir los rasgos masculinos: algo de rubor, rímel y labios, lo más natural que se pueda. Terminando el maquillaje, Diana me estaba esperando con la indumentaria y lista para elaborarme esas complicadas trenzas, aquí debo hacer un paréntesis para explicarla detalladamente:

Cabe mencionar que la indumentaria fue adaptado para bailar Jarabe Mixteco, ya que no es un baile indígena, sino creado para la máxima fiesta de los oaxaqueños, que consiste en una recopilación de sones que se escuchaban en la mixteca perpetuada por el maestro Antonio Martínez Corro; y la coreografía fue diseñada por el maestro Cipriano Villa Hernández el cual trata de representar la síntesis del costumbrismo de la mayoría de los pueblos mixtecos resumidos en siete sones y catorce pasos.

La mujer posee una blusa de manta con motivos florales y alforzas en mangas y peto, si la persona que tenía posibilidades económicas podía ponerle más bordados de flores. La falda es de algodón o popelina estampada con adornos florales; debe ser muy amplia alrededor de 10 a 12 metros para realizar los faldeos, en la parte inferior lleva tres listones de colores diferentes que contrastan con la falda; del lado izquierdo de la cintura cuelgan siete listones de colores variados. El rebozo se utiliza como ceñidor y las puntas van del lado derecho. Por debajo de la falda se usa un fondo corto de manta o popelina que permite mayor movilidad, al final se decora con encaje de bolillo. Para cubrir los pechos se utiliza una mascada de seda con colores vistosos y resaltantes. Vamos con los huaraches, estos son de correa blanca, en las mujeres son dos tiras y en el hombre son tres, cabe mencionar que solo una familia en Huajuapan se encarga de hacerlos. La trenza multicolor lleva de 2 hasta 6 colores diferentes que se van entrelazando entre sí, forrando el cabello de la muchacha para que no se vea ningún pelo al aire, y se termina con un clavel rojo en la derecha.

En el hombre, se utiliza camisa y calzón de manta con dos paliacates, uno colocado en la cintura para tapar la abertura del calzón y la segunda amarrado en el cuello tal cual la usan los hombres mixtecos en el campo para secarse el sudor. El sombrero es de palma real de ala ancha con cuatro pedradas y el jorongo es de lana y elaborado en pueblos circunvecinos o en la comunidad triqui de Copala.

Nuevamente el maestro Daniel Gómez fue el encargado de dirigir, retratar y darle arte a las fotografías con su talentoso ojo. La sesión nuevamente la realizamos por las calles de Oaxaca, específicamente en Cruz de Piedra y en algunas paredes vistosas en sus alrededores.

Didier y yo hicimos algunas poses juntos y después hicimos algunos pasos de baile. El momento más importante habría que hacerlo. Nos colocamos sobre una puerta y simulando el jarabe final, me acerqué a él y la fotografía habla. Debo confesar que estaba nerviosa, ya que a pesar que fue idea mía, en el momento me ganó la emoción; quiero demostrar con esta escena que el amor y el baile es universal y no entiende estereotipos de género y orientación sexual, y que mejor con la expresión mixteca, que a pesar de ser deliberadamente sumisa, esta es una invitación para amarse sin importar el qué dirán.

La música pegajosa de la canción mixteca, se queda en nuestros oídos, y nos invita a estrechar la mano de tu pareja para poder bailar. Es así como el Jarabe Mixteco le da una identidad al pueblo Ñuu Savi y le da presencia no sólo en el folklore, sino que aporta cultura y raíz a todo Oaxaca.