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Foto del escritorMario come Oaxaca

Mujeres caracol

Actualizado: 10 may 2020


"Yu'u i'yo non ñuu Tyaki chi Ñakue ka. kua'a, tyakuu tya kua'a cha asiin cha i'yo maa chana'a. I'ya cha sandoo maa Raa chakoo chana'a chimaa yoo, ika kumi va'a yoo chichi nya vityi" 🐌💜.

"Soy de una tierra llena de magia, donde se mantiene vivo el arte de mis abuelas los enredos pozahuancos con caracol queda huella de nuestro pasado" 🐌💜.




Esta serie fotográfica fue hecha con mucho corazón y respeto a las mujeres de la mixteca de la costa, como un “nucoyo” que soy.


Las mujeres de la mixteca portan pozahuancos, o también llamado enredos o che’e en mixteco, son piezas textiles hilados en telar de cintura con algodón que se colecta en la región. Se tiñe principalmente de colores naturales como el rojo de la grana cochinilla (un animalito que crece en los nopales), el azul que deriva de un bejuco llamado añil, y el más importante de todos: el morado que se obtiene del caracol púrpura (plicorpurpura pansa), una especie de molusco que crece en la costa rocosa de las playas de Bahías de Huatulco, en una zona protegida conocida como Parque Nacional Huatulco, teñir hilos de algodón con el tinte del caracol panza púrpura, tiene un signifado especial, representa a una comunidad indígena, que ha perdurado y transendido el conocimiento de una cultura milenaria, las manos mixtecas tieñen y tejen los hilos pigmentados, enlazandolos en una sola pieza para dar fruto a un telar de cintura teñido con hilos de caracol purpura que simboliza la vida, la muerte y la fertilidad.


Para los mixtecos, los pozahuancos debido a su color púrpura (rojo más intenso), reservado a los elegidos, simboliza la identidad en la costa mixteca y la mayoría de las mujeres guardan y portan el suyo. Sin embargo, por lo cotizado y la difícil disponibilidad del caracol púrpura, los hilos teñidos de manera natural, se han cambiado por hilos sintéticos más accesibles y que utilizan en el uso diario. No obstante, las familias guardan sus pozahuancos teñidos naturalmente para eventos religiosos y conmemoraciones importantes.


Los pozahuancos se utilizan en muchos pueblos de la costa chica oaxaqueña como son Pinotepa de Don Luis, Huazolotitlán, Huaxpaltepec, Mechoacán de Ocampo, Chayuco, Jamiltepec entre otros más. Y aunque pueden tener ciertas diferencias, esta prenda representa algo que caracteriza a los mixtecos de la costa.


Algo que me llamó la atención en el uso de los pozahuancos y las fotografías que revisé fue el torso desnudo de las mujeres que lleva consigo una naturalidad absoluta fuera de un rol sexualizado. Específicamente revisé el trabajo de Mario Mutschlechner, un fotógrafo mexicano con descendencia alemana, quien realizó un viaje a la costa chica por allá de 1969 y no publicó sus fotografías hasta el 2002, lo cual le da una inocencia belleza, ya que por esos tiempos la occidentalidad era de difícil acceso. Las mujeres de las fotos son las mismas y a la vez son otras, por la poética erótica que las en­marca, dándoles un atributo que no tenían antes de ser fotografiadas. Esto era lo que intenté recrear en esta sesión fotográfica.




Para esta sesión, trabajé con Nallely Jacobo, quien es fotógrafa de retrato y bodas, Estábamos buscando una locación que asemejara la humedad y los ríos de la costa, así que nos trasladamos a la Sierra Juárez, mientras pasábamos curvas y montañas, encontramos el lugar ideal. Tenía una meta muy clara, representar esa naturalidad de aquellas mujeres de torsos desnudos.


El cuerpo desnudo expresa lo poco o lo mucho que expresan los códigos culturales de una región. Al revisar fotos antiguas de la costa, como las fotografías de Mutschlechner, podemos percatar que son mujeres de todas las edades que andan solo con el pozahuanco, y actualmente solo las mujeres mayores andan así sin sentir pudor alguno. ¿Por qué el cambio?


Al parecer, después de la revolución se sintió un aire de transformación y modernismo y cualquier imagen que represente a la cultura indígena pudiera ser un signo de retraso en la sociedad. Afortunadamente, para llegar a la costa chica, por allá de los años 40 era de muy difícil acceso llegar en tierra, por lo tanto las tradiciones y la indumentaria se conservaba hasta entonces.


¿Cuándo empezaron a cubrirse los pechos? En las comunidades de la costa mixteca usan una palabra muy característica: chirundo que significa estar desnudo. Tanto niños y niñas andaban sin ropa en su andar, vivían su desnudez de forma práctica y sencilla para amortiguar el calor y las mujeres usaban el pozahuanco hasta entrar a la pubertad.

Sin embargo, cuando el estado “modernizador” vio los pechos al descubierto, empezaron a aparecer los mandilitos muy conocidos de la región que se realizaban con tela sintética y con máquinas de coser Singer que el mismo gobierno entregó a las comunidades.


Sin embargo, para la iglesia era una falta de respeto que las mujeres entrarán a un templo sin cubrirse los pechos y es ahí donde la mujer hace uso de su hupil para cubrirse, esa parte de su cuerpo, pero a mediados del siglo XX, con la llegada del Instituto Nacional Indigenista (INI), la carretera federal 200, llegaron los talleres de costura y con ellos la singer, por lo que queda claro que el mandil llegaría como un proyecto Indigenista "integracionista".


Esa transición de pozahuanco al mandil no tardó mucho, sin embargo “el pudor” y “el morbo” impuesto por el estado y el mundo occidental se quedó y aún dudo que esta costumbre persista en las generaciones jóvenes.



Algo que he notado en muchos pueblos que he visitado, y claro en algunas excepciones, las personas dejan de vestir su indumentaria regional por ropa occidental, quizás por ser más práctica, barata o porque quedan estragos del “estado modernizador” de mediadios del siglo pasado; y los pozahuancos o cualquier otra expresión de vestimenta solo queda resguardado para festividades especiales y concretas, y en los jóvenes incluiría en espacios folklóricos como en las Guelaguetzas. Claro, vuelvo a remarcar que no en todos los casos y que en esta nueva generación hay quienes defiendan la indumentaria. Creo que me estoy saliendo del tema.


Cuando terminamos de hacer las fotografías en el río, nos dirigimos de retorno a la Ciudad de Oaxaca, pero en mi mente no salía el retrato de “La Mujer que Sueña” de Flor Garduño, un retrato que la fotógrafa hizo en 1991 en Pinotepa de Don Luis, quería hacerla. Así que íbamos despacio en el carro, ubicando suelos para hacer una foto aérea hasta que encontramos un comedor a la salida de Ixtlán. Comimos un delicioso amarillo de hongos, entonces voltee al piso y era perfecto, un piso frío de concreto en medio del comedor con una grieta en medio. Así que me quité mi mantita, y semimojado hicimos este último disparo, el resultado fue hermoso, natural y muy simple, tal cual como quería y sigue siendo una de mis mejores fotografías.





Espero algún día conocer la costa mixteco y conocer a las mujeres del pozahuanco, de ese caracol púrpura que me ha enamorado.



Tya'vi Nyoo*Gracias

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